30.11.13

Cuentos de Navidad para niños

 
 

Los niños adoran la época de la Navidad. Les encanta armar el arbolito, decorar sus casas con adornos, luces y guirnaldas, escribirle la carta a Papá Noel y esperar los regalitos frente al arbolito la noche del 25 de diciembre.
 
Y los niños también disfrutan mucho de la lectura de cuentos infantiles cuando se van a dormir. ¿Qué tal si les contamos unos cuentos de Navidad cortos? Aprovechemos la ocasión para que los más pequeños aprendan un poco más de qué se trata la Navidad.
 
Aquí les dejamos varios videos de cuentos de Navidad cortos para niños que les encantarán a los más pequeños. Son ideales para entretenerlos en vísperas de las fiestas. ¡Que los disfruten!




 
 


 

Entre padres




5 Juegos para los niños en Navidad

 
 


1.- Villancicos con premio. 
 
Sienta a los niños en un círculo y coloca en medio un saco en el que habrás metido cartulinas recortadas con iconos navideños –abetos, estrellas, copos de nieve– con el nombre de un villancico escrito en ellas. Al lado, pon varios regalos pequeños envueltos con varias capas de papel.

Saca una de las cartulinas y lee el nombre del villancico.
El niño que primero lo entone podrá coger un regalo y quitarle una capa de papel. El que quite la última capa, se lo queda. Si quieres complicar el juego, pídeles que inventen una nueva letra con la melodía de la sonata tradicional.
 

2.- Toda la casa decorada. 
 
Compra en una tienda multiprecio spray de nieve.
Deja que tu hijo haga un dibujo navideño en una cartulina y recorte la forma. Es importante que el dibujo sea grande: un muñeco de nieve, un Papá Noel, un abeto con guirnaldas.
Coloca la plantilla y vaporiza la nieve sobre ella. 
 
También puedes preparar un adorno para colgar en la puerta o los típicos calcetines para que Santa Claus los llene de regalos.
Sólo necesitarás un poco de fieltro rojo, un trozo de blanco y algunas ramas y hojas que puedes coger en el parque. Recorta la forma de la bota y cose los bordes.
 

3.- Guirnaldas por doquier. 
 
Corta tiras de cartulinas de unos tres centímetros de ancho de distintos colores y pide a tu hijo que las decore con dibujitos.

Después, deja que forme círculos con ellas, pegando los extremos con pegamento y entrelazando unas con otras.
Puedes colgarlas de los cuadros de casa, alrededor de los marcos de las puertas, de las paredes, etc.
 
 
Christmas Games For Children
 

4.- Una postal en relieve. 
 
Coge una cartulina y dóblala por la mitad. Deja que tu hijo escriba una bonita felicitación navideña para sus familiares. Después, decora la portada con una ilustración navideña. Puedes usar trocos de cartulina o papel charol y componer un dibujo.
 
O una ramita de pino puede hacer las veces de abeto, unas bolitas de algodón como si fueran copos de nieve o nubes y remata echando un poco de purpurita plateada para darle más brillo a tan bonita estampa. 

5.- Un ambientador navideño. 
 
Coge una naranja y adórnala con un bonito lazo alrededor. Después, coloca varios clavos en las zonas de piel que han quedado libres.
 
Cuelgala de una cuerda y disfruta del inmejorable olor que deja. Aunque la Navidad se acabe, este aroma durará semanas. 

Guía del niño

25.11.13

Receta de panecillos de leche llamados "Cerditos"

 
RECETA PANECILLOS DE LECHE - CERDITOS -

 
Pan de leche con forma de cerdito

Preparación: 30 min más tiempo de levado
Cocción: 15 min
Raciones: 16

Ingredientes
  • 300 g de harina de fuerza
  • 1 sobre de levadura de panadería seca (son unos 5 g, pueden usarse 15 g de la fresca)
  • 1 cucharada sopera de azúcar
  • 1 cucharadita (de café) de sal
  • 40 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 huevo
  • 175 ml de leche a temperatura ambiente
  • Bolitas blancas para los ojos (opcional) Yo usé estas que se pueden encontrar en grandes superficies

RECETA PANECILLOS DE LECHE - CERDITOS -

Preparación

  1. Mezclamos la harina y la levadura en un bol amplio. Agregamos azúcar y sal, e integramos bien.
  2. Añadimos el huevo, y la leche.
  3. Mezclamos con la ayuda de una cuchara o una rasqueta de panadero
  4. Sacamos la masa del bol, y comenzamos a amasar. Después de 5 minutos, notaremos como la masa se vuelve cada vez más elástica.
  5. Agregamos la mantequilla, y amasamos otros 5-10 minutos, hasta que obtengamos una masa suave, plegable, y ligeramente brillante.
  6. Formamos una bola, y dejamos reposar en un bol ligeramente enharinado, tapada con un paño. Tras 1 hora, o 1 hora y media, la masa deberá haber crecido y duplicado su volumen.
  7. Pasado este tiempo, sacamos la masa del bol, y la desgasificamos ligeramente, tocándola y aplastándola con los dedos.
  8. Cortamos la masa en 16 porciones, y formamos una bola con cada una de ellas, salvo con una que reservamos para las orejitas y la nariz de los cerditos. Colocamos cada bola de masa en un molde de cupcakes rígido. La masa deberá ocupar 3/4 partes del molde (Yo usé estos).
  9. Dejamos reposar las bolas una media hora
  10. 15 minutos antes de hornear, precalentamos el horno a 200 º C. Damos forma a las orejas y a la nariz de los cerditos. Para las orejas, estiramos un trozo de masa y cortamos triangulitos pequeños con un cuchillo. Para la nariz, usé un descorazonador de manzanas para cortar círculos de masa, los aplasté ligeramente para darles forma de óvalo, y con una brocheta de madera hice los agujeros de la nariz. Con cuidado, pegamos a cada bola de masa la nariz y las orejas con un poco de agua (es importante este paso, si no se despegarán al hornear)
  11. Horneamos los cochinitos unos 10-15 minutos, hasta que estén doraditos, y dejamos enfriar sobre una rejilla (si se hubiesen cerrado los agujeros de la nariz de los cerditos, podemos marcarlos nuevamente pinchándolos con una brocheta)
  12. Mientras se enfrían los panecillos, preparamos los ojos. Seleccionamos tantas bolitas blancas como necesitemos, y pintamos con un rotulador comestible un punto negro en cada bolita. Una vez fríos los panes, pegamos los ojos con un poco de glasa (la glasa se hace mezclando media clara de huevo con 100 g de azúcar glass) Si vamos a hacer relleno salado para nuestros panes, pintamos los ojos con rotulador comestible como hicimos en la receta de los ositos de pan o usamos unas bolitas de pimienta 

RECETA PANECILLOS DE LECHE - CERDITOS -

NOTAS:
  • El rotulador comestible puede adquirirse prácticamente en cualquier tienda de repostería. Si no encuentras las bolitas, o el rotulador, usa chocolate blanco y negro en sustitución, o bolitas de pimienta si quieres preparar la versión salada

  • Puedes rellenar los panes con lo que quieras, antes de darles forma de bola. Si te apetece probar otra masa más blandita, puedes usar esta otra
  • Si es la primera vez que amasas, y quieres ver un vídeo de cómo hacerlo, te recomiendo este con la técnica de Bertinet. Se puede congelar el pan una vez horneado, y descongelarlo calentándolo en el horno, en el microondas unos 30 seg, o a temperatura ambiente.
  •  .
    RECETA PANECILLOS DE LECHE - CERDITOS -
     
    Los puedes acompañar con mermelada casera o un buen chocolate seguro que serán una agradable tarde de Panecillos Cerditos.
     
    La receta de la felicidad

    Arból de Navidad de galletas.... Un detalle para Santa


    arbol navidad galleta

    El árbol de Navidad es algo que no puede faltar en ninguna casa durante las fiestas. ¿Qué les parece si este año preparán un delicioso árbol navideño de galletas?…
    Las recetas navideñas unidas a las vacaciones de los niños son una combinación perfecta para que juguén con ellos en la cocina. Dejarles que amasen, que corten las diferentes formas de las galletas, y luego decorarlas juntos. Verán como hay pocos regalos que les diviertan tanto como pasar un divertido momento con todos en familia…

    Árbol navideño de galletas

    Ingredientes
    • 250 g de azúcar
    • 200 g de mantequilla
    • 2 huevos
    • 500 g de harina
    • Colorante comestible color verde
    Preparación
    • Mezclar el azúcar con la mantequilla hasta que estén bien ligados. Añadirles los huevos y mezclar nuevamente.
    • Añadir la harina y amasar bien hasta que se integre bien en la masa.
    • Añadir el colorante verde y amasar de nuevo hasta que la masa tenga el color deseado.
    • Conviene dejar descansar un poco la masa en la nevera para que se endurezca y sea más fácil luego de extenderla.
    • Con los cortadores o moldes en forma de estrellas de varios tamaños cortar las estrellas de galletas y hornearlas en horno precalentado a 180º hasta que estén cocidas.
    • Dejar enfriar las galletas en un rejilla y montar el árbol empezando con la estrella de mayor tamaño hasta la más pequeña.
    • Decorar con un poco de azúcar glass simulando la nieve, o con bolitas de colores.


    No olviden acompañarlos de alguna bebida caliente, es la mejor forma de disfrutar su delicioso pino de navidad echo de galletas.

    Pero no olvidemos la noche de Navidad que Santa llegara, dejemos como detalle un lindo pino de navidad de galletas acompañado de un baso con leche que nuestro amigo Santa, eso siempre nos lo va a agradecer.

    La casita verde

    16.11.13

    Mi hijo le tiene mucho miedo al doctor: causas y soluciones



    Es difícil encontrar niños que no tengan miedo a nada. Los temores son habituales y muchos de ellos, aunque cada niño es diferente, son generales. Uno de ellos es el miedo a los médicos, agujas y hospitales. Por suerte, suele disminuir con la edad y puede ser controlado con la ayuda de los padres, médicos y personal sanitario.
    .
    La sensación de inseguridad ante una situación desconocida, el contacto con personas extrañas que invaden su espacio vital y unos procedimientos que en algunos casos son dolorosos y que en otros incluso requieren que se separe de su madre (hospitalizaciones, radiografías, etc.) son los ingredientes de un cóctel que, mezclado con su gran imaginación, contribuye a que el niño perciba el ámbito médico como una amenaza a su bienestar. El miedo a los médicos y hospitales es evolutivamente comprensible y frecuente en los niños de corta edad, sobre todo alrededor de los 5-6 años, pero de él no están exentos ni adolescentes ni muchos adultos.

    El origen del miedo


    Hay varios motivos que pueden explicar el miedo: la ansiedad de la separación y la ansiedad frente a los desconocidos son temores normales que denotan un vínculo saludable con la madre o cuidador primario y que influyen claramente en las situaciones médicas. Pero a estos temores propios de la edad, se suele añadir también una información insuficiente o imprecisa. El niño tiene una percepción limitada del mundo y todo lo que no entiende o desconoce puede ser una fuente de desconfianza. 

    En otras ocasiones, ha podido mediar alguna experiencia traumática, como un accidente, una mala práctica médica o un estado de salud delicado con un historial doloroso. Incluso un miedo adquirido de otras personas. Los niños captan fácilmente los temores de sus padres, y no los ayuda en absoluto ver cómo los adultos en los que confían recelan de las decisiones médicas y flaquean, sufren y dudan ante el llanto infantil. 

    El propio miedo de los padres atemoriza a los niños. Otras veces, los adultos gastan bromas entorno al mundo médico-hospitalario o utilizan “amenazas” para que sus hijos se comporten como ellos desean: “si no comes, le digo al doctor que te ponga una inyección”. Pero realmente es un recurso educativo inadecuado, ya que, aunque funciona al momento, porque el niño trata de evitar a toda costa la situación que le asusta, a la larga le puede provocar miedos gratuitos o infundados. 

    Su imaginación desbordante también le juega malas pasadas, y hechos sin importancia pueden adquirir proporciones exageradas en su pensamiento y provocarle una gran angustia. Del mismo modo, hay que tener en cuenta las situaciones emocionales especiales, como los desajustes familiares (discusiones o separación de los padres, viaje prolongado de uno de ellos, nacimiento de un hermano, muerte de un familiar, etc.).

    Cómo prepararle


    Muchos padres, con su mejor intención, con tal de ahorrarle un berrinche, llevan al niño al médico “engañado”. Puede que esté ajeno a la situación hasta el momento de entrar en la consulta, pero esta forma de actuar no le ayuda a vencer su miedo, solamente le confunde, hace que se sienta traicionado, le provoca desconfianza hacia el adulto y puede crearle ansiedad cuando, en el futuro, vaya a otros lugares. Es conveniente que se le explique el motivo de la consulta (revisiones, pruebas médicas u hospitalizaciones), el procedimiento que se seguirá, quién lo llevará a cabo, qué instrumental utilizará, si va a ser doloroso o incómodo y si va a necesitar un tiempo de convalecencia. Proporcionarle información permitirá que el niño se prepare, incluso se pueden conseguir actitudes cooperativas, como, por ejemplo, sujetar el instrumental.

    Dentistas, inyecciones…


    La visita al dentista, las inyecciones, un análisis de sangre… Aunque la preparación y la información con cierto tiempo es necesaria siempre, en estos casos, el niño no necesita saberlo una semana antes para que la aprensión no le bloquee; un día de antelación será suficiente para que se mentalice. Es importante hacerle ver también la utilidad de la prueba y que la decisión de realizarla no está en sus manos. Para que el niño tenga alguna sensación de control se le pueden ofrecer pequeñas opciones, como elegir el brazo en el que quiere ser pinchado o por quién quiere ser acompañado. 

    Algunos médicos consideran que el niño se muestra más colaborador si sus progenitores no están presentes, pero los niños necesitan estar con los padres durante las experiencias nuevas y en los momentos de estrés. Precisamente las prácticas dentales y las agujas asustan porque suelen ser experiencias nuevas o poco frecuentes y normalmente implican dolor y/o malestar físico. Hay que procurar a toda costa permanecer a su lado, pero a cambio tendremos que estar seguros de que mantendremos la calma.

    Hospitalizaciones y cirugías


    Cuando se trata de una urgencia, lo más probable es que los propios padres desconozcan los procedimientos que se le van a aplicar, y en estas condiciones, el niño, que no entiende la situación, seguramente se niegue a colaborar y haya incluso que utilizar la fuerza (no la violencia) para poderle realizar las pruebas. Ante este panorama se le explicará cuanto sea posible lo que ocurre, se permanecerá a su lado todo el tiempo que esté permitido y se acariciará y abrazará al niño lo más posible, sobre todo en los momentos de dolor físico, para darle seguridad. 

    El paciente adecuadamente preparado está menos angustiado, tiene menos dolores y su recuperación es más rápida. En cualquier caso, hay que transmitir al niño la idea de que la hospitalización o la cirugía es necesaria para curarse o arreglar su problema, que no es un castigo y que su cuerpo no sufrirá ninguna desfiguración o lesión, evitando en lo posible un lenguaje intimidante (rajar,coser). Asimismo se le pueden mencionar las ventajas de los calmantes y de la anestesia para combatir el dolor, pero que una vez finalizada la operación se despertará. Tampoco está de más llevarle algún juguete u objeto habitual en su vida diaria (peluche, mantita, libro, etc.) para que tenga la sensación de tener “un trocito de su casa”.

    El médico también influye


    El modo en que el médico trata al niño también es decisivo. Cuando el niño acude a una consulta, generalmente lo hace con cierto grado de ansiedad y los síntomas somáticos y psicológicos se entremezclan. Pero si el pediatra, estomatólogo, radiólogo… adecua su ritmo del trabajo a la disponibilidad del niño, tiene para él palabras tranquilizadoras, seguramente conseguirá que la tensión inicial se apacigüe y que el niño incluso se muestre colaborador. La relación humana médico-niño-padres es fundamental para prevenir el miedo del niño y hacer un diagnóstico adecuado.

    Información a su medida


    Lógicamente, la información ha de ser adecuada a la edad y al nivel madurativo del niño. * Entre los 2 y 3 años, una explicación sencilla de lo que va a ocurrir y por qué, no con demasiada antelación, es suficiente. Y si se pueden evitar expresiones como “no tengas miedo” y “no te va a doler”, mejor. Estas palabras le confirman que sin duda hay algo que temer. * A partir de los 3 años, ya se le pueden dar más detalles. Viene bien utilizar cuentos, láminas y juegos de simulación para que se vaya haciendo a la idea. La antelación para comunicárselo depende de si es una revisión rutinaria o una hospitalización. En el caso de una cirugía, una semana es suficiente para que los niños de 4 años o mayores planteen sus dudas. * A partir de los 7 años y hasta la adolescencia, les harán falta como mínimo 2 ó 3 semanas.

    Estrategias para superar el miedo


    Previo aviso. Decirle la verdad con antelación, utilizando un lenguaje comprensible y tranquilizador para él. Si no tenemos información suficiente (amígdalas, hernias, fimosis…), hay que pedírsela al médico para que podamos transmitírsela al niño y aclarar todas sus dudas. Mostrar comprensión. Mantener una actitud de escucha y tomarse el tiempo necesario para que el niño hable de sus temores, podamos tranquilizarlo y corregir sus ideas erróneas, evitando regañarlo, ridiculizarlo o hacer bromas sobre ello. En su justa medida. 

    Tratar de comprenderle pero sin reaccionar de forma exagerada. El niño puede ver en ello más atención y concesiones de las normales y reforzar accidentalmente los temores. Abordar los miedos conjuntamente. Permanecer en lo posible a su lado y coger su mano le dará seguridad y confianza. En separaciones inevitables (radiografías, cirugías, etc.), el niño ha de saber que estaremos muy cerca y que nos reuniremos con él en cuanto sea posible. Mantenerse tranquilos. Si estamos calmados y no interferimos en el quehacer del médico, seremos más útiles. Si no es así, es mejor buscar a una persona cercana al niño en la que él pueda apoyarse emocionalmente. 

    Practicar técnicas útiles. Ensayar en casa formas de mantener el control, como respirar profundamente, relajarse pensando en cosas placenteras, contar, mantener charlas optimistas, dibujar o llevar a cabo juegos simulados, le proporcionarán al niño estrategias que le ayudarán a reducir sus miedos. Elogiar sus progresos. Hay que celebrar con él su comportamiento positivo durante la temida experiencia. Para la próxima vez, le ayudará recordar cuáles han sido las estrategias que le han ayudado a estar más tranquilo. Liberar sentimientos. 

    Es necesario permitirle descargar sus emociones. Cada uno puede reaccionar de forma diferente (llanto, enfado. El niño ha vivido algo que le ha asustado, le ha causado dolor, le ha restringido su movilidad… y necesita desahogarse para superarlo.
    Virginia González. Psicóloga

    Historia para niños de como fue la revolución mexicana




    Esta es una historia fácil de entender para que los niños comprendan como fue la revolución mexicana

    !Porfirio Díaz fue presidente de México por 31 años!  y durante su gobierno tan largo, solo un pequeño grupo de personas tenían todo el poder, !controlaban al país completo!. El pueblo no podía opinar sobre sus problemas ni quejarse  del gobierno,  ademas de que no podían elegir a sus próximos gobernantes, el pueblo Mexicano estaba solo y desesperado.

    Un nuevo grupo de jóvenes que deseaba participar en la política del país se dieron cuenta que no podían tomar puestos en el gobierno pues eran hombres viejos y amigos del Presidente Porfirio Díaz quienes ocupaban todos los cargos. Entonces un discurso de Porfirio Díaz en el que afirmo que México se encontraba maduro para la democracia, hizo que los jovenes se dieran cuenta que habia llegado el momento de participar.


    La Revolucion Mexicana

    Uno de esos jóvenes era Francisco I. Madero, el era de familia rica y había viajado y estudiado fuera de México, pero sabia que la mayoría de mexicanos vivían en la pobreza y le preocupaban los problemas del país.

    Madero considero que ya era el momento en cambiar el gobierno y que Porfirio Díaz no debería re elegirse. Así que junto con gente que compartía su forma de pensar fundo en México el Partido Antirreeleccionista, que lo lanzo como candidato a la presidencia de la República, pero Díaz  se lanzó de nuevo como candidato a la presidencia y a Madero lo arrestaron en San Luis Potosí por sedición.

    Mientras Madero estaba en la cárcel se llevaron a cabo las elecciones presidenciales que le dieron el triunfo a Porfirio Díaz.

    Pero Francisco I. Madero !se escapo de la cárcel! y se fue a Estados Unidos,  desde allá en un pueblo llamado San Antonio proclamó el Plan de San Luis, que llamaba a tomar las armas contra el gobierno de Díaz el 20 de noviembre de 1910.

    Y esa fecha justamente empezó una  guerra civil que se extendió por todo el país  y lograron que Porfirio Díaz renunciara y se fuera de México.

    Después de 7 años de conflictos en México, lograron proclamar la nueva Constitución en 1917 que prohibía que un presidente fuera electo por mas de un periodo presidencial y se termino así con las dictaduras de los malos gobernantes.

    Poesía a la revolución mexicana

     
    


    Festejando las fiestas patrias les tenemos un niño con una excelente poesía a la revolución mexicana, para ellos es un verdadero gusto poder adentrarse en el mundo de los versos, de las rimas, de la expresión y del arte literario.

    La poesía ha sido escrita para ser leída, comprendida y meditada. Solo así se puede disfrutar verdaderamente del sentido y del juego de sus palabras y de su lenguaje.

    A través de la poesía se puede bucear en el mundo de la expresión de ideas, sentimientos y emociones. Hablar de poesía es muy gratificante porque es un arte que se vale de diversos artificios como la profundidad, el ritmo y el sonido en el uso de la palabra.

    Cómo acercar la poesía a los niños: Para los autores modernos, la poesía se refleja diferentemente en cada lector, quien dará un sentido personalizado al texto. Para los autores antiguos, la poesía iba más allá del arte. Era vista como una fuente espiritual del saber.

    Si todavía no has tenido la oportunidad de leer una poesía, aprovecha para hacerlo con tu hijo. Empieza leyendo muy despacio y con intención. Para los niños la poesía es muy beneficiosa porque puede ser una vía para infundirles amor, ánimo y dejarles que jueguen con las palabras.

    Guia Infantil